En los últimos años, se ha empezado a divulgar mucho sobre el calzado barefoot o también conocido como calzado minimalista, lo cual ha hecho parecer que se trata de una moda pasajera.
Debido a tantos años usando calzado convencional, se cree que su uso no trae beneficios a nuestra salud y por supuesto, suena como una locura usar suelas tan finas y flexibles, que parece que dejan nuestros pies indefensos ante el peligro del suelo, es simplemente una locura.
En realidad lo que sí podríamos considerar como una moda, y no precisamente pasajera, es el uso del llamado calzado convencional e incluso el uso mismo del calzado, porque si nos remontamos a civilizaciones pasadas veremos que iban descalzos completamente y esto nunca les impedía moverse libremente.
Con el desarrollo de la civilización, surgió la necesidad de proteger nuestros pies del entorno y así fue como nació el calzado.
El problema es que con las modas y la evolución de los zapatos, nuestros pies se han visto sometidos a una forma que no es natural, para adaptarse al zapato y no al revés, logrando con ello deformaciones (juanetes, callos, dedos en garra) desequilibrio de nuestro cuerpo, dolores articulares y musculares, etc.
En esta evolución de la moda, nos hemos olvidado de la maravillosa sensación de andar descalzos.
Nos hemos acostumbrado tanto al dolor que nos resulta más fácil tomar una pastilla como solución rápida que buscar la raíz. Pero si estás aquí leyendo es porque estás buscando solucionar lo que te ocasiona el dolor.
¿En qué se diferencia el calzado barefoot del calzado convencional?
Los zapatos convencionales tienen las características de ser estrechos en puntera y talón, tener tacón (drop) o elevación en el puente, suelas gruesas y ser rígidos.
En cambio, el calzado minimalista tiene unas características muy distintas que hacen que el pie se sienta ligero y libre para moverse:
- Suelas completamente planas (drop cero), sin elementos en su interior que eleven el talón o el arco plantar.
- Suelas finas que permiten que el pie entre en mayor contacto con el terreno y favorecen que se ejercite su musculatura
- Punteras amplias con espacio para que los dedos puedan moverse y expandirse todo lo que necesiten en cada pisada.
- Materiales flexibles, que permiten que el zapato se sujete al pie como si de un guante se tratara, acompañando el zapato en todo movimiento al pie.
- Zapatos con forma de pie para respetar su postura natural, nuestros pies no son estrechos.
- Sin refuerzos o contrafuertes en las zonas de talón, tobillo y puntera.
Una característica extra que suelen tener algunos es, estar hechos con materiales naturales, libres de tóxicos, tintes o plásticos.
El uso de estos materiales, además de contribuir con el medio ambiente, ayuda también a tener unos materiales más flexibles y respetuosos con nuestros pies.
¿Cuáles son los beneficios del calzado barefoot?
Ahora que conoces un poco más sobre el calzado minimalista, te estarás preguntando cuáles son sus beneficios y por qué deberías empezar a usarlo si aún no lo has hecho.
Los beneficios que puede darte el calzado barefoot no solo se queda en tus pies, es decir, notaras que todo tu cuerpo cambia y que algunos dolores que habías asumido como normales ahora empezaran a mejorar e incluso a desaparecer.
Eso sí, cabe destacar que se debe hacer una correcta transición y que si tienes alguna patología específica debes de hacerla de la mano de un especialista.
A medida que se van haciendo más estudios y que el uso de este calzado se extiende, más vamos conociendo los cambios positivos que nos traen, aquí tienes algunos de los más destacados y por supuesto avalados por estudios científicos:
- Los pies son la conexión de todo nuestro cuerpo, son lo que nos sostiene, por ello sus músculos deben ser fuertes y esta fuerza solo la conseguimos teniendo los pies cerca del suelo y generando impactos que hagan trabajar los músculos para fortalecerlos.
- Su uso está asociado a la mejora del equilibrio, debido a que recibes información directa de la posición y el movimiento de acuerdo al suelo en el que estés pisando.
- Pueden también reducir el riesgo de lesiones en rodillas y tobillo al correr.
- Mejora considerablemente lesiones o deformaciones causadas por el uso del calzado convencional como: juanetes, dolor lumbar, de rodilla.
- Mejora la postura de todo el cuerpo, ya que la suela plana y sin elevaciones hace que nuestro cuerpo poco a poco vuelva a su forma natural.
Debemos recordar siempre que estos beneficios van de la mano de una correcta transición, pasar de golpe del calzado convencional al minimalista no es lo más recomendable.
El cambio debe ser gradual y por supuesto acompañado de ejercicios y mucho movimiento, recordemos que nuestros músculos y tendones no están acostumbrados a trabajar, que incluso pueden ser más cortos de lo normal debido al uso del tacón (o drop).
IMPORTANTE: Esto es un artículo informativo a nivel general, para considerar el cambio y sus beneficios de acuerdo a la patología individual de cada uno, lo recomendable siempre es acudir a un especialista que te pueda guiar en el proceso.